“JESUS PRENDIDO”
Frente a los olivares
danzan linternas…
Los olivares duermen
la luna vela. 

Vela velando,
noche de penitencia
viendo a Jesús Prendido.

Cómo te busca la muerte
con afanes sin sentido;
cómo, Jesús, se desprenden
besos de traición y olvido,
por las siluetas amargas
del huerto de los olivos…

¿De qué te acusan, Señor?
Dime ¿Cuál es tu delito?… 

¿Quizás, amar al hermano?
¿Tal vez curar al herido?
¿O hacer comprender al hombre
que tu palabra es camino?

¿De qué te acusan, Señor?
¿Por qué te llevan prendido?…

¿Preso, de quién y de qué?
¡Preso por ser de Dios Hijo!…

La Pasión abre sus brazos
-en aras de sacrificio-;
sobre lecho de olivares
corazones sin latido,
se deshacen en blasfemias
para tus santos oídos…

Una soga entre las manos
prende tu talle de lirio;
te llevan preso y la muerte
va caminando contigo,
escribiendo en notas negras
la sentencia de tu sino…

Y en tanto, la noche pone
notas de encarnados ritmos
en las siluetas amargas
del monte de los olivos…

¿De qué te acusan, Señor?
Dime, ¿Cuál es tu delito?

¿Preso de quién y de qué?
¡Preso por ser de Dios Hijo!