“MADRE DOLOROSA”
La Madrugada se viste
de terciopelo morado,
mientras, María, aparece
en un Trono engalanado
con guirnaldas de oraciones
he iluminaría de llantos. 

La Madrugada se viste
de aromas de Viernes Santo,
y de plegarias y rezos
por el que va caminando
con María en la amargura
por la senda del Calvario.

La Madrugada es “Encuentro”,
es delirio, es letanía;
susurros que traen lamentos
de las horas de aquel día,
que regaron hasta el alma
con el llanto de María…

María, que entre dolor,
-caminante y peregrina-,
sella las luces del alba
que a su presencia se inclinan,
por bendecir el amor
que florece y que germina,
entre las almas devotas
que tras sus pasos caminan… 

Ella es la luz que amanece,
Ella es la brisa temprana,
Ella es canto y es poema
escrito en la madrugada
que espera a Cristo Jesús
con la luz de la mañana…

Ella es “Madre Dolorosa”,
engarzada en el encanto
de las gentes que la siguen
llorando su mismo llanto,
mientras los cielos anuncian
el dolor del Viernes Santo.