NUESTRO SEÑOR EN EL HUERTO

“GETSEMANI”
Y díjoles Jesús: Mi alma
siente angustias de muerte;
aguardad y velad conmigo.
(Mt. 26-38.)
Y la noche abrió los ojos,
-ojos de luna y estrellas-,
se vistió de verde y negro
por adornar las siluetas
que duermen, “fuera de hora”,
mientras brillan las linternas…Y la noche abrió los ojos,
-ojos de amarga tristeza-…(Quiso llorar con Jesús
lágrimas de sangre y cera) 

Se acerca el tiempo anunciado,
y entre olivos y palmeras
Jesús-hombre, más que humano,
duda, llora, se revela…

¡Aparta, Padre, este Cáliz
que sólo amarguras muestra!Pero, sea tu voluntad,
Santa voluntad que entrega
el Hijo de Dios al hombre
para que como hombre muera.Dejad rezar a Jesús.
dejadle mientras que espera…No os lo llevéis todavía
al atrio de su condena,
que el huerto ya se ha dormido
y los olivares sueñan… 

No os lo llevéis todavía,
esperad a que amanezca,
que los ojos de la noche
brillan de pura tristeza,
para llorar con Jesús
lágrimas de sangre y cera.


NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO

“JESUS PRENDIDO”
Frente a los olivares
danzan linternas…
Los olivares duermen
la luna vela. 
Vela velando,
noche de penitencia
viendo a Jesús Prendido.
Cómo te busca la muerte
con afanes sin sentido;
cómo, Jesús, se desprenden
besos de traición y olvido,
por las siluetas amargas
del huerto de los olivos…¿De qué te acusan, Señor?
Dime ¿Cuál es tu delito?… 

¿Quizás, amar al hermano?
¿Tal vez curar al herido?
¿O hacer comprender al hombre
que tu palabra es camino?

¿De qué te acusan, Señor?
¿Por qué te llevan prendido?…

¿Preso, de quién y de qué?
¡Preso por ser de Dios Hijo!…La Pasión abre sus brazos
-en aras de sacrificio-;
sobre lecho de olivares
corazones sin latido,
se deshacen en blasfemias
para tus santos oídos…Una soga entre las manos
prende tu talle de lirio;
te llevan preso y la muerte
va caminando contigo,
escribiendo en notas negras
la sentencia de tu sino…Y en tanto, la noche pone
notas de encarnados ritmos
en las siluetas amargas
del monte de los olivos… 

¿De qué te acusan, Señor?
Dime, ¿Cuál es tu delito?

¿Preso de quién y de qué?
¡Preso por ser de Dios Hijo!


NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

“MADRE DOLOROSA”
La Madrugada se viste
de terciopelo morado,
mientras, María, aparece
en un Trono engalanado
con guirnaldas de oraciones
he iluminaría de llantos.La Madrugada se viste
de aromas de Viernes Santo,
y de plegarias y rezos
por el que va caminando
con María en la amargura
por la senda del Calvario.La Madrugada es “Encuentro”,
es delirio, es letanía;
susurros que traen lamentos
de las horas de aquel día,
que regaron hasta el alma
con el llanto de María…
María, que entre dolor,
-caminante y peregrina-,
sella las luces del alba
que a su presencia se inclinan,
por bendecir el amor
que florece y que germina,
entre las almas devotas
que tras sus pasos caminan…Ella es la luz que amanece,
Ella es la brisa temprana,
Ella es canto y es poema
escrito en la madrugada
que espera a Cristo Jesús
con la luz de la mañana…Ella es “Madre Dolorosa”,
engarzada en el encanto
de las gentes que la siguen
llorando su mismo llanto,
mientras los cielos anuncian
el dolor del Viernes Santo.

NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO

“NAZARENO”
¿Quién viene?…
¿El Jesús?…La noche se está poniendo
un traje de terciopelo,
mientras las calles se invaden
entre discreto silencio
con un perfume de rosas
al paso del Nazareno…-¿De dónde vienes, Jesús?
-¿A dónde vas, Nazareno,
junto a la noche sombría?…-Voy a morir en la Cruz,
en esta Cruz que suspira,
por los caminos que llevan
mi luz a “Santa María”… 

Me encontraré con mi Madre,
que está esperando allá arriba,
frente al reflejo que estrena
el lucero que más brilla…

-Voy a morir en la Cruz;
voy a entregaros mi vida…
y no tengo más amor
que el amor que se eterniza
con cada gota de sangre
que vierto de mis heridas…

Escucha cómo mis hijos,
con “saetas” peregrinas,
buscan sobre el alto cielo
besar mis sienes divinas
y después… cierran los ojos
mientras doblando la esquina,
sienten que dejo con ellos
una nueva y suave brisa…Mira cómo están llevando
ramas en flor, bendecidas
de romero y de tomillo,
y cómo las acarician
rezando a “su Nazareno”
hasta que despunta el día.Esto os dejo: El corazón…
Esto os entrego: La vida.No lloréis por mí; rezad
y recoger las semillas
que entre las alas del viento
-aún cuando el viento dormía-,
vinieron a pasear
por esta ciudad bendita… 

-La noche se está alejando;
está temblando la brisa
y las calles se han quedado
por amor a Dios, prendidas
junto al dulce Nazareno
que adora su Cofradía.


NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA

“ESPERANZA”
María, está llorando
mientras espera,
con el rostro enlutado
de amarga pena,
pero su llanto,
aviva la esperanza.Sólo te queda llorar,
llorar como llora el alma;
sólo te quedan, María,
el rumor de su palabra
cuando te llamaba ¡ Madre ¡
al calor de vuestra casa…¿Qué más te queda, Señora?
¿Qué más murmullos abrazan
tu corazón desbordado
por el frío de la espada?Una Cruz que brilla en alto,
ha apagado tu mirada…
Jesús ha muerto y la noche
le está tapando la cara,
con sudarios de tristeza
y muchedumbre de lágrimas;
y tú le esperas, María,
le esperas, sin decir nada.Sólo atiendes los murmullos
de peregrinas plegarias,
y el consumir de las velas
que por la senda encantada
también esperan contigo
a que Jesús, vuelva al alba…Mientras te queda llorar,
llorar como llora el alma…Mientras nos queda, Señora,
el silencio del que aguarda
y los brazos suplicantes
de tu divina Esperanza.

LA CORONACIÓ

“CORONACIÓN DE ESPINAS”

El milites plectentes coronam de spinis…
Joann., cap. XIX., v.2 y 3.
Salvador Llanas i RabassaOh jorn de sang! dels segles ignominia:
si l’esperit del Mal et va engendrà,
qui és que sénse horror serva memoria
de lo qu’entre tes hores Deu passà?Jau tot cobert de sang, de boca en terra,
amb muscles, pit i espatlla destroçats
el tan amat de Deu fill Unigénit
mentre que son botxins restan cançats. 

Mes ai! no sa rencunia está esbafada;
de Satanàs mateix manca’l sagell;
car al Mestre Diví alçan i asseuen
a sobre d’un raquític escambell.

Com l’tigre felí juga amb sa victima;
com capbusseja al nàufrag el cetau;
com l’aliga amb sos bec i unglots sagnan-se
amb l’esmortuit colom gosar li plau.

Aixís els embruits soldats de Roma,
quíscum amb un rencor jamai més vist,
sacrilegs! s’entretenen i s’esbraven
l’Humanitat mofant de Jesu-Christ.Amb joncs marins, de pues enrissades,
que ja en ses mans mirar-los causa horror,
reia! corona rient van escarnin-ne
per a fixar-la al cap del Redemptor.Per sos polços i front, péll i os cruixint-ne,
les ja rojenques pùes s’obren pas;
i a doli sembla rubins al punt rodolen
de Jesús per orelles, boca i nas.
Fingexen un mantell amb porpra vella;
una canya de ceptre fa el servei,
i entre salives, cops i bofetades
de genolls van dient-li: Salve Rei!

LA VERÓNICA

Y secaste su rostro,
quedando entre tus manos
su hermosura…Tu corazón latía intensamente; sabías que era Él y le buscabas,
siguiendo aquellas huellas del madero.Te dolía su Cruz y te dolía la sangre de su rostro y de su cuerpo…
Era Jesús. Tu Dios. El Rey del mundo hecho hombre, hombre- Dios.
Iba a morir por ti, por ti y por todos, hasta incluso, por los mismos
blasfemos que le hablaban…

Y llegaste hasta El, entre la gente; le miraste a los ojos… ¡ Oh,
Verónica! sus ojos, los que nunca borraste de los tuyos.

Ante Dios suplicante, fuiste a enjuagar su rostro ensangrentado;
abrazarle querías, hablar con El del cielo y de la tierra, decirle
¡Tantas cosas! Pero no te dejaron, tenía que morir tú lo sabias…

Y seguiste sus pasos hasta la cumbre aquella del Calvario; las manos
temblorosas unías a tu pecho por abrazar el lienzo consagrado;
bajaste la mirada y ¡Cristo estaba allí! entre tus manos; su rostro
ensangrentado, sus heridas y esos ojos que tanto te dijeron.

Dios te eligió Verónica, porque sabías que era Él y le encontraste,
siguiendo aquellas huellas del madero…


SANT CRIST DE LA BONA MORT

“CRISTO DE LA BUENA MUERTE”
La calle de Placentines,
estrecha y larga, parece
que la rasgó una saeta
con su punta fina y breve.
Es como un gemido agudo
que se enrosca entre paredes…De noche es un cauce negro
y hondo con luces dolientes;
de día es un río blanco,
llena el agua de claveles.La calle de Placentines…
Noche del Martes… Ya viene
el Cristo que va dormido,
Cristo de la Buena Muerte.¡Que se metan los balcones
y abran paso las paredes,
que no va a caber el Cristo,
y entre esas tinieblas crueles
da miedo que en los herrajes
las manos muertas se enreden,
y al Cristo que va dormido
de amores, me lo despierten!… 

La calle de Placentines.
¡qué se abran más las paredes!
¡Que trae los brazos abiertos
el Cristo y pasar no puede!

En una franja del cielo
-terciopelo negro y breve-
se amontonan las estrellas
-vía láctea- para verle.

Y los balcones le alargan
los tiestos de sus claveles
para que toquen sus manos
y en sangre teñidos queden…¡Tu sangre claveles pinta,
Cristo de la Buena Muerte;
vas como la Primavera:
cuando te toca florece!Los cirios copian al Cristo
pintándolo en las paredes,
crucificándolo en todas
las casas, negro y tremente…
Cristo entre oscilar de llamas
que lo amenguan y lo acrecen.Al sentirlo en sí, se erizan
y palpitan las paredes,
y va pasando el Señor
-Cristo de la Buena Muerte-
muriendo en todas las casas,
salvando a todas las gentes,
besando la cal del muro,
dando sangre a los claveles
y midiendo con sus brazos
la calle entre las paredes… 

La calle de Placentines,
estrecha y larga… ¡qué suerte,
tienes la anchura del Cristo,
Cristo de la Buena Muerte!


SANT CRIST DE L’AGONIA

“JESUS DE LA AGONIA”Cuando te veo agonizando,
Cristo Jesús del dolor,
Me sigue evangelizando
La grandeza de tu amor. 

Haz que la triste agonía
Que te produce el pecado,
Se traspase al alma mía
Al verte crucificado.

Cuando me acerque a tu Cruz
Para pedirte perdón,
Que sufra yo como tú
Sentimientos de pasión.

Que sepa yo convertirme
Para siempre al buen camino
Y al desfallecer asirme
A la Cruz que va contigo.Que saque de allí la fuerza
Que me sostenga en la vida
Y el amor al sacrificio
Que en tu Corazón anida.Dame tu gracia, Señor
Y al contemplar tu agonía
Me ponga yo en sintonía
Con lo que ha sido tu amor.

SANT SEPULCRE

“SANTO ENTIERRO”Los perfumes del amor
están derramando lágrimas
sobre la muerte de Cristo
y ante la desesperanza… 

Ungüento de luna y cielo
sobre la sangre, se abrazan,
buscando de Jesucristo
esas rosas encarnadas,
que le brotaron del pecho
frente al rumor de una lanza…

Están buscando los clavos,
besando llaga por llaga.

La extensa pasión suscribe
y la muerte, se disfraza
de enterramientos ocultos
entre la piedras del alma…

José le presta el sepulcro;
Juan, -entre tanto-, le abraza
y María, dolorosa,
le está besando la cara
queriendo borrar heridas
por donde la muerte pasa…¡Callad! que Jesús “dormido”,
-aunque no diga palabra-,
está redimiendo mundos
y está inspirando plegarias,
en el silencio discreto
que al Viernes Santo acompaña.¡Callad! que Jesús “dormido”,
vaga en sueños de esperanzas…
No le enterréis todavía;
vestirle con luz morada…No le enterréis todavía
que el Cristo que “duerme”, ama
y amando espera en la noche
a la “tercera mañana”.

NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD

“MADRE DE LA SOLEDAD” 

Aquí estás, Madre, ¡Sola! entre la gente,
herida por la triste desventura,
no hay nadie que acompañe tu amargura,
por la solemne ruta penitente.No te queda ni llanto, no te queda
ni una lágrima solo en la mejilla,
pues partiendo el ramal de tu semilla
ya te han dejado sola en la vereda.

Que se ha cumplido en Dios la profecía
para secar las aguas de tu llanto,
y ante la amarga luz del Viernes Santo
sólo llevas dolor por compañía…

Más, ¡Quien fuera camino en tu camino!
-ardiente resplandor de luna llena-,
-¡Quien fuera corazón ante tu pena
por aguardar la espada de tu sino…¡Quien pudiera seguir tu singladura,
o hacerse amigo fiel por el sendero!
¡Quien pudiera ofrecerte el pecho entero
para tus siete espadas de amargura!.Que sólo así, bebiendo de tu fuente,
compartiendo, María, tu desvelo,
podrá llegar a ser, bajo tu cielo,
corona y corazón sobre tu frente.